Mi apellido es Gonzáles, y estuve buscando archivos del siglo XIX en el Perú y comprobé que las diversas formas de escribir: Gonzalez, Gonzales, Gonsalez, Gonsales, indiscriminadamente con o sin tilde, se deben casi exclusivamente al grave desconocimiento de ortografía de quienes inscribían en los registros de bautismo, matrimonio, defunción, etc. Cabe recordar que el analfabetismo estuvo muy extendido en el Perú hasta mediados del siglo XX.
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