Apellido de origen toponímico, poco frecuente y repartido por España, procedente de aquellas poblaciones llamadas Villamayor existentes en España (Burgos, León, Zamora, Navarra, etc).
Hubo, por tanto, distintas casas solares de este apellido, no emparentadas entre sí, siendo muy antiguas y de probada nobleza aquellas que tuvieron su arranque en Galicia y Navarra, desde donde se extendieron sus ramas por Asturias, Burgos, Catalunya, Huesca, Andalucía y Canarias, principalmente.
En Navarra hubo dos casas muy importantes, una en Villamayor de Mojardín y otra en la ciudad de Estella, cuyos descendientes vieron reconocida su nobleza, en 1761 y 1688, respectivamente, ante los Tribunales reales del reino de Navarra.
Ante las Reales Chancillerías de Valladolid y de Granada probaron los de este apellido, a lo largo de varios siglos, su hidalguía. También probaron su nobleza para ingresar en las Órdenes Militares, como Carlos de Villamayor y Caballón Espinosa, nacido en Cuenca en 1618, que fue Alcalde de los Hijosdalgo de la Real Chancillería de Valladolid, Regente del Consejo Real de Navarra, del Consejo de las Órdenes Militares y de Indias, Presidente de la Real Chancillería de Granada y del Consejo de Castilla, que probó su nobleza para ingresar en la Militar Orden de Calatrava, en 1672.
Otros Villamayor ingresaron en las Órdenes de Santiago y de Alcántara. Diego Martínez de Villamayor, Señor de Villamayor (o Mondoñedo), fundó el Convento de Benvibre, fue Mayordomo de Alfonso VII y falleció en 1176. Su descendiente, García Fdez. de Villamayor fue Adelantado mayor de Castilla; yace sepultado en el Monasterio de Villamayor.
Armas.- Unos Villamayor: En plata, dos montes de sinople, sumados de siete árboles, cada uno de ellos, de sinople.
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