Contrariamente a lo que se afirmó en el juicio de Hidalguía 533-5 de la Gran Chancillería de Valladolid de los años 1601 a 1620, Alfonso Martínez de Valpuesta y Juana Pérez no pudieron ser contemporáneos de Ramón de Bonifaz (*1196/+1252 ó 1256), ni participar en la contienda de Sevilla. Simplemente eran herederos o propietarios 'diviseros' en 1352 del realengo que el Rey Alfonso X el sabio le había conferido a Bonifaz 100 años antes en la Granja de Revilla Cabriada (Burgos). Alfonso y Juana, Adán y Eva del tronco Valpuesta aparecen cláramente referenciados en el libro censal de las Behetrías. Ese libro lo fue encargado por el rey castellamo Pedro I (el cruel) para responder a las pretensiones que los nobles le plantearon en las Cortes de Valladolid de 1351 en las que pretendías minimizar la existencia de privilegios e impuestos reales (realengos) de propietarios particulares dentro de territorios feudales.
Ese importante documento medieval señala a Alfonso Martínez de Valpuesta y su mujer Juana Pérez como habitantes en 1351propietarios de la localidad de Cabriada, poblado de la merindad de Candemuño por el que pagaban tres tipos de impuestos anuales al rey (realengo): a)‘Martiniega’: 372 marabedíes en efectivo. b) ‘Infursión’ (impuesto del solar): 37 kilos de trigo (aprox. 10 celemines), más 32 libros de vino y 15 dineros en efectivo.
c) ‘Yantar’ (derecho del señor a recibir comida cuando visitaba el lugar): 24 marabedíes.
El motivo por el que desaparece el apellido original Martínez en los herederos de Alfonso y Juana, a favor del Valpuesta, lugar del que 'natural' la familia de Alfonso (lar familiar) fue habitual a partir del siglo XIII, especialmente entre los repobladores porque de esa vecindad original emanaban todos los derechos de las personas libres y cristianos viejos, Dos valores clave que le daban la pretendida 'limpieza de sangre' y, con ella, el acceso los privilegios asociados que los diferenciaban del 'pueblo llano.

Valpuesta, también escrito como Balpuesta es un apellido castellano de origen toponímico. El pueblo de Valpuesta fue el primer obispado fundado en la Castilla primitiva. El pueblo de Valpuesta ha sido reconocido recientemente como el lugar de las primeras referencias palabras escritas en lengua castellana. Hay varias teorías sobre su origen, pero la más precisa parece que viene de dos palabras latinas que se fusionaron con el paso del tiempo. Inicialmente 'Vallis Compositas' (Valle del cementerio) que paso a Vallisposita y de allí a Valpuesta y/o Balpuesta. El pueblo de Valpuesta fue repoblado a comienzos del año 800 sobre las ruinas de una iglesia anterior donde todavía en sus alrededores se pueden ver algunas tumbas talladas en losas de piedra con formas antropomórficas.
Como apellido fue asumido por un hidalgo que luchó en la conquista de Sevilla en 1248. Este formaba parte de los caballeros que acompañaron al Comandante Bonifaz en esa tarea. Se llamaba Alonso Martínez de Valpuesta, casado con Doña Juana Pérez, viuda en ese momento de Pedro Fernández Cabeza de Vaca según lo declarado e n el juicio de Hidalguía 533-5 de la Gran Chancillería de Valladolid de los años 1601a 1620.
Este caballero había recibido un realengo en Revilla Cabriada conferido por parte del Rey Don Alfonso X el sabio.
Hay dos escudos de Los Valpuesta: Según Vicente de Cárdenas el de los radicados en Burgos usan en un único campo de oro, cinco cabezas de moro, con turbantes de azud y gules puestas en aspa. Los radicados en La Rioja tienen un escudo partido, primero en campo de gules tres bandas de oro, y segundo en campo de plata, dos lobos andantes de sable.