Escudo de forma de peto, está representado por un toro sobre un monte en campo de oro, con corona ducal en su parte superior, y, enmarcado por una guirnalda de hojas de laurel que se entrecruza en su parte inferior con una rama de palma de delgadas hojas, poseyendo la guirnalda una cinta entrelazada en la que se lee noble, leal, patriótica. El escudo posee campo de azur con toro pasante en negro sobre monte de oro, quedando la corona en oro con piedras preciosas alternándose en rojo y verde, las guirnaldas y hojas de las ramas en negro.
Montoro, pueblo cordobés pintoresco y monumental, declarado conjunto histórico-artístico, se alza a sólo un kilómetro de la N-IV, la autovía de Córdoba a Madrid y merece su visita. Su origen es muy remoto: historiadores fenicios y griegos aseguran que los túrdulos ya habitaron el lugar, conocido más tarde como Epora por griegos y romanos, que lo elevaron a república confederada de Hispania. Los árabes lo ocuparon luego durante cinco siglos, hasta su reconquista definitiva por Fernando III, en 1240. Posteriormente se constituyó el Ducado de Montoro y más recientemente se le concedió el título de Ciudad con los epítetos de Muy Noble, Leal y Patriótica
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