Apellido de origen toponímico, poco frecuente y repartido por España, si bien se registra sobre todo en Asturias, Burgos, Valencia y Vizcaya, siendo notable su presencia en Madrid y Barcelona y menor en Ciudad Real, Albacete, León, Zaragoza, etc.
Procede del topónimo Miravalles, nombre de poblaciones en Asturias (municipios de Cangas de Narcea y de Villaviciosa) y en Vizcaya (Ugao-Miravalles). Hubo, por tanto, distintas casas solares de este apellido, no emparentadas entre sí, aunque algunas de las familias Miravalles asturianas asentadas en el Concejo de Villaviciosa parecen ser originarias de Vizcaya, a juzgar por sus armas, según señala el tratadista vasco Endika de Mogrobejo.
Dicho autor añade que los Miravalles vascos tuvieron su origen en la anteiglesia de Miravalles-Ugao (cuyo nombre tomaron), del partido judicial de Bilbao (Vizcaya).
Añade Mogrobejo que en el lugar de Alza (Guipúzcoa) hubo otra antigua casa de Miravalles. Probaron su hidalguía ante la Real Chancillería de Valladolid: Francisco de Miravalles, vecino de Tudela de Duero (Valladolid), en 1538, y Rodrigo de Miravalles, vecino de Salqueiro, en 1515.
En el Archivo General Militar de Segovia se guardan, entre otros expedientes de oficiales de este apellido, los de Víctor Miravalles Santaolalla, Infantería, 1855, y Ramón Miravalles Naredo, Artillería, 1856.
Armas.- Los de Vizcaya y Asturias, según Mogrobejo, trajeron: En campo de oro, un árbol, de sinople, y dos lobos, de sable, lampasados de gules y empinados al tronco.
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