Este apellido es muy extendido en la penísula con numerosas casas solariegas. Por referencias de historiadores de la época en los archivos registrales de ciudades y otros privados, podríamos afirmar, pero no asegurar, que este escudo u otro muy similar a él, apareció inicialmente desde el siglo XI al XIV, particularmente en el asalto al Alcazar de Córdoba el 29 de Junio de 1236, como culminación de la campaña que había comenzado por unas algaradas fronterizas y terminaron con la campaña de D. Fernando, rey de Castilla y llamado el Santo. Las referencias de esta familia parecen precisarse con más frecuencia desde el siglo XV al XIX en especial los hechos de la guardia del duque de Feria que se encargó, junto al duque de Saboya, de la defensa de las monjas en el saqueo de las tropas españolas en San Quintin el 27 de Agosto de 1557. Todo ello parece coincidir con la memoria familiar de algunos de los miembros de la rama de la familia Burón. Son sus armas: En oro, una torre de azur, y posado en sus almenas un halcón al natural. Bordura de azur, con tres flores de lis de oro, una en el centro de la parte superior y otra en cada flanco. El estudio del escudo heráldico familiar nos "habla" de quienes formaron el origen de la familia B., pues esa era su función, la de manifestar a los demás sus elementos diferenciales, pues la inclusión del elemento torre significa que la nobleza es sólida y antigua, pues solamente los muy ricos podían costearse su construcción. Los esmaltes del arma de los B. pregonan los siguientes valores: el Oro es el símbolo del Sol, origen de la vida, sus características espirituales corresponden a la fé, clemencia, templanza, caridad y justicia, por otra parte dicho esmalte señala a la familia con la felicidad, el amor, la nobleza y el esplendor, es decir, es el más noble de los metales.
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