Apellido castellano de origen toponímico, relativamente frecuente y repartido por España, si bien se registra sobre todo en la Comunidad de Madrid, siendo muy notable su presencia en Cuenca y Valencia, y algo menor en Toledo y Barcelona. Procede del topónimo Belinchón, nombre de una población de la provincia de Cuenca, cuyo nombre tomaron los progenitores de las familias hoy así apellidadas, según fue costumbre en la Edad Media para indicar así su origen geográfico. El topónimo Belinchón tal vez proceda de las voces de origen celta –bel-, “blanco” + -inch-, “montículo”, es decir, “montículo blanco”. En la villa de Alberca (de Záncara), de la provincia de Cuenca, hubo una antigua y noble casa de este apellido, de la que fueron descendientes Rafael, Pedro Antonio y Vicente Belinchón del Campo, quienes, junto a su madre Teresa del Campo, vieron reconocida su hidalguía, en 1769, ante la Sala de los Hijosdalgo de la Real Chancillería de Granada. Otras antiguas casas de Belinchón, algunas documentadas desde el s. XVII, hubo en Colmenar de Oreja (Madrid), Las Majadas (Cuenca), La Roda (Albacete), Moratalla (Murcia), etc. En el Archivo General Militar de Segovia se guarda el expediente del oficial Vicente Belinchón, Sanidad Militar, año 1800.
Armas.- El “Repertorio de Blasones de la Comunidad Hispánica”, tomo letras A-CH, del Cronista Rey de Armas don Vicente de Cadenas y Vicent recoge para Belinchón: En campo de oro, un anillo de gules.
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