Apellido, relativamente frecuente y disperso por España, si bien se registra sobre todo en Madrid, Barcelona, Murcia y Badajoz, siendo notable su presencia en Cáceres, Málaga, Guipúzcoa, Valencia y Teruel, y menor en Zaragoza, Granada, Sevilla, Vizcaya, Alicante, Salamanca, Almería, Cádiz, etc. Procede del sustantivo –barquero-, aplicado como denominación de oficio al que manejaba, fabricaba o reparaba barcas. Ante la Real Chancillería de Granada probaron su hidalguía, Francisco María Hidalgo Barquero, vecino de Don Benito (Badajoz), en 1796, y Alfonso Pérez Barquero, vecino de Ferreirola y hacendado en Mecina de Fondales (Granada), en 1770. En Extremadura los Barquero tuvieron antigua y distinguida casa solar en Quintana de la Serena (Badajoz), de la que fueron, entre otros: Pedro Barquero, Alcalde de Quintana en 1607; Andrés Barquero, Regidor por Cédula Real de 1645; Diego Barquero, Regidor Comisario de Quintana en 1730; Agustín Barquero, Alférez Mayor de Quintana en 1742; Diego Barquero y Gómez de Murillo, Regidor en 1752, Familiar del Santo Oficio de la Inquisición, etc. En Aragón, según el censo del año 1497, había casas de Barquero en Almohaja (Daroca), Ansó (Jaca) y Fraga (Barbastro).
Armas.- Unos Barquero, según el “Repertorio de Blasones de la Comunidad Hispánica”, trajeron: En gules, un barquito de plata y bordura componada de ocho piezas de plata y ocho de azur; en cada pieza de plata, un aspa de azur, y en cada pieza de azur, una venera de plata.
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