Antiguo apellido de origen toponímico, relativamente frecuente y repartido por España, procedente del topónimo Miranda, nombre de poblaciones como Miranda de Ebro (Burgos), Miranda de Duero (Soria), etc., procedente del latín tardío miranda, “mirador, atalaya”.
Tuvo este apellido antigua casa solar en Asturias, de la cual salieron aquellos próceres asturianos que sirvieron a sus primeros Reyes en las más gloriosas empresas de la Reconquista. Convienen diversos tratadistas en afirmar en que este apellido es uno de los más antiguos de España, del cual hay muchos solares igualmente calificados, sin que se pueda señalar de una manera cierta cuál de ellos es el primitivo, pues unos dicen que era el que radicó en el Obispado de Mondoñedo, en Galicia; otros, en la provincia de Guipúzcoa, y otros en Asturias.
Probaron los Miranda, en repetidas ocasiones, su nobleza ante las Reales Chancillerías de Valladolid y Granada, así como su ingreso en las Órdenes Militares.
Así, ante la de Valladolid lo hicieron, entre otros Miranda: Alonso Miranda, vecino de Castrojeriz (Burgos), en 1540, y Diego Miranda, vecino de Ciudad Rodrigo (Salamanca), en 1529, y ante la de Granada, entre otros: Luis y Pedro Miranda, vecinos de Sevilla, en 1601, y Hernando de Miranda, vecino de Villanueva de la Serena (Badajoz), en 1599.
Armas.- Unos Miranda: En gules, cinco bustos de doncellas, al natural, cargadas en el pecho de una venera de oro. Formando orla, dos serpientes, de sinople, anudados sus cuellos en el jefe, y las colas en punta.
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