Muy antiguo apellido de origen toponímico, relativamente frecuente y registrado, indistintamente, como Hoz, La Hoz, Lahoz o De la Hoz, procedente de aquellos lugares llamados Hoz que existen en España, como Hoz de Anero (Cantabria), Hoz de Valdivielso (Burgos), etc., cuyo origen está en la voz –hoz-, “garganta, desfiladero”. Hubo, por tanto, distintas casas solares de este apellido, no emparentadas entre sí. Se tiene por una de las más antiguas la que tuvo su origen en la Hoz de Anero, cuyas ramas se extendieron por la Montaña santanderina, creando nuevas casas en Laredo, Castro-Urdiales, Hoz de Marrón, etc., pasando después, como repobladores, a Castilla, La Mancha, Extremadura y Andalucía. Pedro González de la Hoz, Caballero en 1323, pasó con el Infante don Alonso, hijo del Rey don Jaime II de Aragón, a la Conquista de Cerdeña. Fernán Gutiérrez de la Hoz sirvió al Rey don Alonso VI de Castilla, y Lope de la Hoz, a don Alonso VIII, con el que se halló en la batalla de las Navas de Tolosa (1212) contra los moros. Rodrigo de la Hoz figuró entre los conquistadores de Sevilla. Los de este apellido probaron su nobleza ante las Reales Chancillerías de Valladolid y de Granada, así como para su ingreso en las antiguas Órdenes Militares. Así, Francisco de Lahoz, vecino de Medina de Ríoseco (Valladolid), lo hizo, en 1724, ante la Real Chancillería de Valladolid.
Armas.- El “Repertorio de Blasones de la Comunidad Hispánica”, recoge, en primer lugar: En campo de gules, una hoz de podar, de plata.
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