En este artículo también se menciona el apellido Hermosilla:
LA DIOSA CIBELES NOUS DE MADRID. HISTORIAN E ICONOGRAFIA
Pilar González Serrano
(Publicado en Actas del Congreso "Madrid en el contexto de lo hispánico desde la época de los descubrimientos" págs. 429-448. Madrid, 1994)
Cito apartes;
1º. El diseño del Salón del Prado fue encargado, en 1767, por el Conde de Aranda a Don José de Hermosilla y Sandoval, uno de los primeros becados de la Academia de Madrid en Roma, ciudad en la que residió varios años.
2º. Hermosilla trabajó en dicho proyecto desde 1767, fecha en la que empezaron las obras hasta un año antes de su muerte, que tuvo lugar el 21 de Julio de 1776, es decir, durante ocho largos años.
3º. De toda su labor sólo queda, como testimonio, un modesto plano, que se conserva en la Biblioteca Nacional de Madrid.
4º. El 25 de Febrero de 1774, José de Hermosilla y Andrés Rodríguez enviaron un nuevo informe sobre el Salón del Prado, añadiendo mejoras y nuevas fuentes, entre las cuales destacaban dos de grandes proporciones, situadas en los extremos del Paseo.
5º. Desde ese mismo año de 1774, el proyecto fue conocido por Ventura Rodríguez quien, de forma descarada, comenzó a criticar la obra de Hermosilla y a cuestionar su presupuesto, llegando, incluso, a presentar su propio proyecto (con algunas mejoras sustanciales, tales como la cubrición del canal de desagüe), el 1 de Julio de 1775.
6º. Toda esta labor de intriga había comenzado a partir de 1773, cuando el Conde de Aranda cesó como presidente del Consejo de Castilla y, a la postre, dio sus frutos, ya que Ventura Rodríguez consiguió, valiéndose de sus influencias y, en especial de la del fiscal, don Pedro Rodríguez de Campomanes, quedarse al frente de la obra a partir del 4 de Agosto de 1775, un año antes de la muerte de Hermosilla que, en la etapa final de su vida conoció la amarga frustración de la traición y el desengaño.
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