Es linaje que tiene su tronco en Asturias. Viene de muy antiguo según atestiguan, entre otros, los conocidos genealogistas don Juan Alonso de Guerra y Sandoval, caballero de Santiago y Rey de Armas; don Juan Baños de Velasco; don García Alonso de Torres y don Diego de Urbina. Todos se muestran de acuerdo en atribuir a este linaje una procedencia basada en algunos caballeros que acompañaron a don Pelayo a Covadonda, lugar donde le reconocieron como su rey y señor.
El primero de este apellido del que se tiene noticia cierta, fue un caballero de la noble casa de los Novares, una de las más nobles y esclarecidas de Asturias, quien era guarda y alcaide de una importante fortaleza, desde la cual se hacía mucho daño a los moros vecinos. Por este motivo, los sarracenos le pusieron sitio y tras varios meses de asedio y librados fuertes combates, cn los que siempre fracasaron, se les ocurrió rendir a los sitiados por hambre.
Y esto fue entendido por el alcaide Novares, que quiso darles a entender lo equivocados que estaban, para lo cual ordenó que los dos últimos corderos que les quedaban les fueran entregados a los moros, a fin de mostrarles que la fortaleza estaba bien pertrechada de víveres, para poder continuar resistiendo el asedio.
Viendo los moros tal generosidad y como tampoco estaban sobrados de alimentos, entendieron que los del castillo los poseían de sobra, por lo que se determinaron a levantar el sitio, juzgando inútil seguir manteniéndolo.
Por esta acción de los dos corderos, el alcaide Novares decidió tomar este apellido que conservaron posteriormente todos sus descendientes.
Este linaje poseyó gran número de propiedades, villas, montes y tierras, así como dos castillos que el tiempo se ha ido encargando de demoler.
Tuvo también magnífico enterramiento en el convento de Villamayor, del cual fue fundador el señor de la casa de Novares. Otra de las casas nobles de este apellido radicó en Cangas de Tinero, pero todos, unos y otros se consideran descendientes del mismo tronco común de Novares.

ARMAS: Escudo de gules y un castillo de oro, aclarado en azur, cortado de sinople y dos corderos de plata andantes puestos en palo.

El apellido cordero tambien existe desde siglos en el norte de italia que fue fundado por un caballero espanol por el año 1100 en las épocas de las cruzadas para ser mas específico cordero en italia es considerado un apellido italiano que es en piemonte en cuneo en alva de italia.

Apellido castellano.

Se da por asturiano, pero que se encuentra desde muy antiguo en Cantabria, con casas importantes en Marina de Cudeyo. El solar origen estuvo en Riotuerto, en el Barrio de Arriba, donde el Palacio de los Cordero muestra en su fachada un escudo de armas con una inscripción borrosa. De Riotuerto pasó a Entrambasaguas.

Armas:
En campo de gules, un castillo de plata, con dos corderos a la puerta, del mismo metal; 2º, en campo de sínople, seis lanzas de oro, 3º campo de azur y un monte sínople lampasado de blanco y de azur; y 4º, en campo de azur, lises de oro.

Campo cortado: 1º de plata , y 2º de sínople, árbol de su mismo color con un cordero pasante de plata y bordura de gules cargada de siete veneras de oro.

Es linaje que tiene su tronco en Asturias. Viene de muy antiguo según atestiguan, entre otros, los conocidos genealogistas don Juan Alonso de Guerra y Sandoval, caballero de Santiago y Rey de Armas; don Juan Baños de Velasco; don García Alonso de Torres y don Diego de Urbina. Todos se muestran de acuerdo en atribuir a este linaje una procedencia basada en algunos caballeros que acompañaron a don Pelayo a Covadonda, lugar donde le reconocieron como su rey y señor. El primero de este apellido del que se tiene noticia cierta, fue un caballero de la noble casa de los Novares, una de las más nobles y esclarecidas de Asturias, quien era guarda y alcaide de una importante fortaleza, desde la cual se hacía mucho daño a los moros vecinos. Por este motivo, los sarracenos le pusieron sitio y tras varios meses de asedio y librados fuertes combates, cn los que siempre fracasaron, se les ocurrió rendir a los sitiados por hambre. Y esto fue entendido por el alcaide Novares, que quiso darles a entender lo equivocados que estaban, para lo cual ordenó que los dos últimos corderos que les quedaban les fueran entregados a los moros, a fin de mostrarles que la fortaleza estaba bien pertrechada de víveres, para poder continuar resistiendo el asedio. Viendo los moros tal generosidad y como tampoco estaban sobrados de alimentos, entendieron que los del castillo los poseían de sobra, por lo que se determinaron a levantar el sitio, juzgando inútil seguir manteniéndolo. Por esta acción de los dos corderos, el alcaide Novares decidió tomar este apellido que conservaron posteriormente todos sus descendientes. Este linaje poseyó gran número de propiedades, villas, montes y tierras, así como dos castillos que el tiempo se ha ido encargando de demoler.

Antiguo apellido castellano, bastante frecuente y repartido por España, si bien se registra sobre todo en Andalucía, Extremadura, Madrid, Castilla-León y Asturias. En general, procede del sustantivo castellano –cordero-, como apodo aplicado a individuos que criaban o vendían corderos, o a personas que eran de carácter manso, etc. Hubo, por tanto, distintas casas solares del apellido, no emparentadas entre sí.

Una antigua tradición dice que el primer apellidado Cordero fue un descendiente de la casa asturiana de Nevares, al que se atribuye la hazaña de que, defendiendo el castillo de Nevares, en­gordó los dos únicos corderos que poseía y los regaló a los moros sitiadores para demostrarles que tenía provi­siones en abundancia. Los moros cayeron en el engaño y levantaron el cerco de la fortaleza.

Desde entonces dicho caballero tomó el apellido de Cordero. Lo cierto es que los descendientes del Alcaide del castillo de Nevares fundaron una casa solar en el término de Arriondas (Asturias), donde poseyeron magnífico enterramiento en el convento de Villamayor. Ante la Real Chancillería de Granada probaron su nobleza, entre otros, Gonzalo Cordero, vecino de Garrovillas (Cáceres), en 1546, y Juan Luis Cordero, vecino de Jerez de la Frontera (Cádiz), en 1800. Y ante la Real Chancillería de Valladolid lo hicieron, Julián Cordero, de Monterrubio, y Antonio J. Cordero González, de Arévalo, ambos en 1792.

Armas.- El “Repertorio de Blasones de la Comunidad Hispánica” recoge, en primer lugar: Jaquelado de seis piezas de gules y oro. Bordura de sinople, con cuatro corderos de plata.