Apellido poco frecuente y repartido por España, con sus principales asientos en Barcelona, Málaga, Granada, Málaga y Sevilla. Tuvo su origen en apodos aplicados por diversas circunstancias, desde una forma elíptica en el sentido de “vaquero, vaquerizo”, hasta cualquier motivación surgida de la inventiva popular. Hubo, por tanto, distintas familias apellidadas Baca (Vaca), no emparentadas entre sí, siendo muy antiguas las originarias del antiguo Reino de León y las originarias de Toledo. Ante la Real Chancillería de Granada probaron su hidalguía: Diego Baca, vecino de Villacarrillo (Jaén), en 1636; José A. Baca, vecino de Villarejo de Fuentes (Cuenca), en 1730; Martín de la Baca, vecino de Valdeolivas (Cuenca), en 1583; Antonio Baca de Herrera, natural de Toledo y vecino de Montijo (Badajoz), en 1585; Gonzalo Baca Lorenzana, vecino de Iznatoral (Jaén), en 1594; Juan Baca de las Peñas, vecino de Úbeda (Jaén), en 1581; Agustín Baca Villavizán, vecino de Orgaz (Toledo), en 1727; Fco. Javier Baca y Becerra, vecino de Almendralejo (Badajoz), en 1784, etc. Juan Baca, natural de Sevilla, fue Caballero de la Orden de San Juan, en 1585. Gregorio Baca de Aro, natural de Segovia, párroco, en 1684, de Otero de Herreros (Segovia), fue Capellán de S. M. en la Capilla Real de Granada y Calificador de la Inquisición en Granada y en Valladolid. Armas.- El Repertorio de Blasones de la Comunidad Hispánica” recoge para Baca: En oro, una faja, de gules, acompañada en lo alto de tres panelas, de sinople.
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