Para buscar el origen de este apellido, el tratadista ha de ir al país vasco. Allí se encuentra su cuna y no le será difícil localizar iglesias, casas, caseríos y sitios con esta denominación. Hay tantos solares en Vizcaya, Guipúzcoa, Alava y Navarra con referencia a este linaje que no se puede, honradamente, señalar a uno de ellos como la cuna del apellido.
Entre los documentos que pueden constatarse para localizar su tronco se encuentra las "Bienandanzas e Fortunas" que escribió don Lope García de Salazar, en Vizcaya, en el año 1.471, en sus páginas se mencionan distintos caballeros de este linaje que tuvieron destacada actuación en aquella época.
Pero no se nos aclara si todos pertenecían al mismo tronco común o eran ramas de este. El apellido se fue extendiendo por el resto de la Península, sobre todo en Castilla la Vieja, La Rioja, Aragón, Valencia, Cataluña, Madrid, Toledo y algunas, las menos, en Andalucía.
Ramas de este linaje pasaron a América, dividiéndose en líneas que se esparcieron principalmente por Méjico, Argentina, Perú y Colombia.
Los Ibarra fueron miembros principales en las distintas órdenes militares, para lo cual litigaron no pocas veces en las Reales Chancillerías de Valladolid y Granada.
También entre los primeros conquistadores del Nuevo Mundo estuvieron presentes Los Ibarra y entre ellos se pueden citar a don Ortuño de Ibarra, a don Martín Lope de Ibarra y a don Francisco de Ibarra que encabezó una expedición que partiendo de Zacatecas (Mejico) llegó hasta la Florida en el año 1.563.
Don Diego de Ibarra nacido en Eibar, fue Capitán General y Gobernador de Nueva Galicia. Este apellido puede encontrarse muchas veces en Méjico sobre todo en la ciudad de Michoacán cuya rama estableció escudo propio.
El rey don Fernando el Católico, armando caballero a uno de este linaje le otorgó también escudo, pero debemos advertir que el que nosotros reseñamos es el común para todo el linaje.
Escudo de Armas: En campo de plata tres cabezas de sierpe de sinople linguadas de gules y bien ordenadas. También: En campo de plata, un olivo de sinople con sus ramas abiertas y en el centro de ellas una cruz llana de gules, superada por una corona de espinos de sinople. Otros traen: En campo de gules una banda de plata.
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