El solar más antiguo que se conoce radicó en Santander, en el lugar de Ajo pertenciente al Ayuntamiento de Bereyo, partido judicial de Santoña extendiéndose más tarde por toda la Montaña Santanderina, así como a Castilla, Andalucía y América. Que los datos anteriores corresponden a una autenticidad, lo prueba el siguiente hecho: En el año 1.562, el Rey de Armas del rey Felipe II, don Diego Hernando de Mendoza, suscribe una ejecutoria de nobleza de la familia Camino donde se señala que este linaje tiene su cuna en el expresado pueblo santanderino de Ajo, procediendo de cierto caballero apellidado Camino, que fue natural de Tours, en Francia y el blasón del linaje ha sido confirmado varias veces por los más acreditados autores genealógicos.
En el citado pueblo de Ajo donde todavía quedan algunas casas solariegas donde pueden verse, grabadas en piedra, las armas del linaje Camino. Y en la Iglesia parroquial, de San Martín, existe una capilla con una bellísima figura en actitud orante que representa a Pedro Llavad Camino, Tesorero y Secretario General del Santo Oficio (Inquisición) de Logroño, con fecha de 1.640.
Otra estatua semejante se encuentra en el Colegio de San Ildefonso en la misma población y orna el sepulcro de don Alonso de Camino siendo de las villas de Pie de Concha y Bárcena, de finales del Siglo XVI.
Hay que señalar asimismo que don Juan Alonso y don Pedro de Camino y Rivera, naturales de Sevilla, ingresaron en la Orden de Santiago y en el expediente que se les siguió consta claramente, aparte de su nobleza de sangre, que son hijos de don Juan Alonso de Camino, fundador de la casa en el lugar de Ajo, provincia de Santander.
Por otra parte, don Felipe de Camino, también natural de Santander, hizo probanza de hidalguía en 1.703 para ingresar en la Orden de Calatrava.
Por otra parte no son pocos los apellidos que se anteponen a Camino: Pérez del Camino, García de Camino, González de Camino etc.
Escudo de Armas: En campo de oro un árbol de sinople surmontado de una flor de lis azur, Bordura de gules con ocho veneras de oro. En 1538 el emperador Carlos I concedió a D. Juan del Camino, vecino de Guadalajara (Mejico), las siguientes armas: En campo de gules un hombre armado con una espada y una rodela en las manos sobre unas peñas. Partido de oro con un léon rampante pardo, y medio cortado de azur. Bordura de plata con ocho armiños de sable.
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