Para algunos autores, este apellido tuvo su primitivo solar en la Rivera de Navarra, de donde se extendió por toda la Rioja, pasando luego a las Encartaciones de Vizcaya. Otros dicen que radicó en el Valle de Ayala, del partido judicial de Amurrio (Álava), y más concretamente en el lugar de Aquiana, que después llamaron Arrave, nombre ambos que no hemos visto que figuren entre los pertenecientes a dicho Valle. Añaden que los descendientes de ese solar se consideraban originarios de una línea de la gran casa de Salazar de San Pelayo. Otros creen que este linaje procede de Aragón, de donde pasó a Cataluña y Valencia. La antigüedad e hidalguía del apellido es notoria. Mosén Jaime Febrer menciona a Pedro de T., que ayudó a don Jaime I de Aragón en la conquista de Valencia. Afirma que ese caballero era Gentilhombre catalán y antiguo Vervesor de uno de los primeros nueve condados de Cataluña. "Ganó el renombre de gran capitán -continúa diciendo- cuando con sólo veinte soldados pudo imperdir el paso de la palanca o puente de tablas que sobre el Júcar tenía puesto el pueblo de Alcocer resistiendo a una multitud de moros que de Alazquer, Gabarda y Tons pretendía dar socorro a la ciudad de Játiva, sitiada por el Rey don Jaime, de cuyas reales manos obtuvo permiso en casas y haciendas que después vendió". Otros caballeros T. se distinguieron en las armas, en las letras y en los servicios al Estado.

Antiguo apellido castellano de origen gentilicio, pues se llama (o Torralvo) a los naturales u oriundos de aquellas localidades que en España se llaman Torralba, como Torralba (Cuenca), Torralba de Calatrava (Ciudad Real ), Torralba del Pinar (Castellón), Torralba de Aragón, etc.