En la jurisdicción del Ayuntamiento de Cantoria, del partido judicial de Amurrio y provincia de Alava, está enclavada la aldea de Terreros.
En esa aldea tuvo su primitivo origen y tomó su nombre por apellido, según testimonios que se tienen por autorizados, el hidalgo linaje de Terreros, al que van dedicadas las líneas que siguen.
De la mencionada aldea pasó en antiguos tiempos a Vizcaya, e hizo su asiento en el partido judicial de Balmaceda, donde fundó dos casas solariegas, una en el concejo de Trucios, en el Valle del mismo nombre, y otra en el concejo de Zalla, ambos pertenecientes al mencionado partido judicial de Balmaceda.
De la casa del concejo de Trucia dicen los informantes en el expediente de pruebas del Caballero de la Orden de Santiago, don Sebastián de Barrio y de Prado, oriundo de aquella casa, lo siguiente: “Consta y se compone de una torre con algunos baluartes, y su fábrica es de piedra de sillería y mampostería, y en dicha torre hay unos cuartos de vivienda, asimismo de piedra de sillería, según parece está denotando su antigüedad y nobleza, y la entrada para dicha torre es una puerta arqueada que tiene encima un escudo de armas de los Terreros grabado en piedra”. Lo describiremos mas adelante.
En fines del siglo XVI era descendiente de dicha casas:
I. Francisco de Terreros y Zumalabe, casado con doña María de la Quintana y Terreros, a la que hizo madre de
II. José de Terreros y de la Quintana, que contrajo matrimonio con doña María Magdalena Santibáñez y Mollinedo, y fueron padres de
III. Juan de Terreros y Santibáñez, que casó con doña Manuela de Mollinedo, y procrearon a
IV. Cosme de Terreros y Mollinedo, bautizado en Beci, lugar del Concejo de Sopuerta, el 20 de Julio de 1700, que celebró su enlace con doña Margarita de Olavarrieta, nciendode esta unión
V. Cosme Joaquín de Terreros y Olavarrieta, bautizado en Zalla el 14 de Julio de 1733, que fue vecino de Madrid, y el 1.º de Marzo de 1782 ganó Real provisión de vizcaína en la Chancillería de Valladolid.
De la casa del concejo de Zalla se derivó la distinguida rama de Terreros que por su enlace con la familia Sainz, del Valle de Soba (Santander), se apellidó Sainz de los Terreros, en apellido compuesto. De esta familia hemos tratado con alguna extensión en el estudio dedicado a “Sainz de los Terreros”, tomo LXXIX de este “Diccionario de Apellidos”, LXXXI de la “Enciclopedia”, por lo que no es necesario volver a repetir ahora lo que allí quedó escrito.
ARMAS
Las de la casa de Terreros en el Concejo de Trucios, que estaban esculpidas en piedra sobre la puerta de entrada a dicha casa, las describen los informantes en el expediente de pruebas del Caballero de Santiago, don Sebastián de Barrio y Prado, a quien hemos hecho referencia en anteriores líneas, en los siguientes términos: “Se componen dichas armas de un sauce y un lebrel atado a él, y una cadena por orla interior de dicho escudo”. Se omiten los esmaltes.
La casa del concejo de Zalla ostentaba: Partido: 1.º, de plata, con cinco panelas de gules, puestas en sotuer, y en el jefe un rao del mismo color, y 2.º, también de plata, con un árbol de sinople.
Otros Terreros, en el Valle de Carranza, que también pertenece al partido judicial de Balmaceda, y que se extendieron por las Encartaciones de Vizcaya, usaron: De plata, con un león rampante de gules.
El P. Estanislao Jaime de Labayru y otros autores dicen que el león del anterior escudo es de oro, en lo que sin duda existe error, porque si así fuera estaría el metal sobre el metal en contra de las leyes heráldicas.
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