Apellido castellano de origen toponímico, poco frecuente y disperso por España, con sus principales asientos en la Comunidad de Madrid y en la provincia de Guadalajara (de la que es originario), siendo notable su presencia en Zaragoza, Barcelona, Asturias y Toledo. Una rama pasó a México.
Tuvo su origen en la localidad de Somolinos (Guadalajara), cuyo nombre tomaron por apellido individuos que eran originarios de la misma, según fue costumbre en la Edad Media para indicar así su origen geográfico. El topónimo Somolinos, alude a la presencia de molinos en la localidad, con influjo del prefijo –so-, “bajo”, es decir, “en la parte de abajo de los molinos”.
Una antigua casa de este apellido hubo en Romanillos de Atienza (Guadalajara), de la que fue Francisco Somolinos Muñoz, que casó con Josefa María Olmedilla Alonso, siendo padres de Cayetano, Águeda y Domingo Somolinos Olmedilla, todos ellos nacidos y bautizados en Romanillos de Atienza, en 1781, 1778 y 1791, respectivamente. De ellos, Domingo casó en 1822 con Cecilia Olmedilla Nogueroles, con descendencia.
Una rama pasó a Toledo, donde fue bautizado el 9 de julio de 1860 Eloy Somolinos Castro, que casó el 10 de noviembre de 1889 con Guadalupe Olivenza. En el Archivo General Militar de Segovia se custodian los expedientes de los oficiales Rufino Somolinos Alonso, Infantería, 1882, y Valentín Somolinos Somolinos, Infantería, 1868.
Armas.- El “Repertorio de Blasones de la Comunidad Hispánica” recoge para Somolinos: En sinople, un castillo, de oro.
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