Este apellido es, en general y, en especial, en Catalunya, una variante de escritura del muy antiguo apellido Miralles, procedente del topónimo Miralles, nombre de un castillo en Vilajuïga (Girona), de un antiguo lugar en la provincia de Lleida y de varias poblaciones menores y montañas.
Su étimo es el latín –miracula-, que originó la voz –miralla-, “mirador, atalaya, lugar de vigilancia”, cuyo plural es, en lengua catalana, Miralles, pero que en algunas zonas, sobre todo en Aragón, dio el plural Mirallas. Así, según los datos del censo aragonés del año 1495, vivían en Aragón familias Mirales, Miralles y Mirallas, estas últimas con casas en Zaragoza, Albalate del Arzobispo, Mosqueruela, La Cuba, Mirambel, Albalat de Cinca y Purroy de la Solana.
En Catalunya, en los “fogatges” de los años 1358, 1497 y 1553 sólo se hace mención a familias Miralles, pero ya en 1593 fue bautizada en la iglesia de Sant Feliu de Girona Anna Mirallas, hija de Arnau Mirallas.
Otras casas de Mirallas hubo en Llers (1761), Sarrià de Ter (1800), Campllonch (1841), Sitges (1732), Llagostera (1813), etc. Hoy día tienen los Mirallas sus principales asientos en Zaragoza y Barcelona, con alguna presencia en Girona, Huesca, Madrid, Almería, Granada, Jaén, Tarragona, Teruel, León, Alicante, etc.
Armas.- Aunque es evidente que algunas ramas de Mirallas, sobre todo en Catalunya, comparten armas con algunas ramas de Miralles, el “Repertorio de Blasones de la Comunidad Hispánica” recoge para Mirallas: En plata, un árbol nurido, de sinople.
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