Es el de Mato o Matos un antiguo apellido gallego y portugués, hoy día relativamente frecuente, que se extendió por España, en especial por ambas Castilla, Extremadura, Asturias, Andalucía y Canarias.
Procede del sustantivo gallego y portugués mato, “matorral, breñal, zarzal”. La voz formó apellidos por vía toponímica, pues son varias las localidades de nombre Mato/Matos en Galicia y Portugal.
D. Carlos Martínez-Barbeiito, en sus Informaciones Genealógicas del Archivo Municipal de la Coruña, recoge los resúmenes de las informaciones llevadas a cabo por algunos individuos de este apellido que reclamaban el reconocimiento de su hidalguía, lo que evidencia la antigüedad de la forma Mato, así como su nobleza. Estos Mato usaron las mismas armas que algunos Matos gallegos y extremeños.
Luis Matos, nacido en el año 1500 en Olivenza (Badajoz), en la raya con Portugal, pasó a Chile en 1535, interviniendo con Almagro en su conquista.
Luis de Matos, vecino de Villanueva de Barcarrota (Badajoz), ganó, en 1542, ante la Real Chancillería de Granada, Reales Provisiones de Hidalguía. Igual reconocimiento obtuvieron, en 1700, Sebastián y Francisco Matos y Ojeda, hermanos y vecinos de Alcaudete (Jaén).
Alonso de Matos, poblador, era vecino en Telde (Canarias), en 1552, y el portugués Antonio de Matos era vecino de Gran Canaria en 1599.
Armas.- El “Repertorio de Blasones de la Comunidad Hispánica” recoge para Matos, en primer lugar: En campo de gules, un pino al natural, arrancado de plata y dos leones de oro, armados de azur, empinados a su tronco.
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