Apellido castellano de origen toponímico, relativamente frecuente y repartido por España, procedente de lugares llamados Matilla existentes en León, Zamora, Salamanca, etc., cuyo nombre tomaron los progenitores de las familias hoy así apellidadas.
El topónimo Matilla es un derivado diminutivo de –mata-. Hubo, por tanto, distintas familias Matilla, no emparentadas entre sí, algunas de las cuales lo fueron de probada nobleza. Hoy día el apellido se registra sobre todo en Madrid, León, Zamora, Salamanca, Asturias, Barcelona, Valladolid, Vizcaya y Guipúzcoa.
Ante la Real Chancillería de Valladolid vieron reconocida su hidalguía: Juan Cabeza de Matilla, vecino de Villagonta (León), en 1545, y Juan del Olmo Matilla, vecino de Tariego (Palencia), en 1613.
Ante la Real Chancillería de Granada vio reconocida su hidalguía, en 1546, Alonso Mata Fdez. de Matilla (a petición de Leonor Sánchez, su mujer, y sus hijos), vecino de Casas de Reina (Badajoz).
En el Archivo General Militar de Segovia se guardan, entre otros expedientes de oficiales de este apellido, los de: Justo Matilla, Infantería, 1804, “Persona Honrada”; Nicolás Matilla, Infantería, 1837, “Persona Honrada”; Tomás Matilla, Caballería, 1823, “Persona Honrada”, y Carlos Matilla Barrajón, Infantería, 1836, “Persona Honrada”.
Armas.- Cortado. 1º., en plata, un creciente de azur, ranversado, y 2º., en gules, las cadenas de Navarra, de oro.
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