Antiguo apellido castellano de origen toponímico, poco frecuente y registrado sobre todo en las provincias de Murcia, Barcelona y Madrid, siendo notable su presencia en las de Valladolid, Las Palmas de Gran Canaria, Alicante y Palencia, y menor en las de Guipúzcoa, Salamanca, Castellón, Valencia, León, Ávila, Soria y Badajoz, entre otras.
Procede del topónimo Matallana, nombre de poblaciones en las provincias de León y de Guadalajara, de las cuales salieron las familias que pasaron a la repoblación de Castilla, La Mancha, Murcia y Andalucía.
Una noble y antigua casa solar de este apellido hubo en la villa de Rebollosa (Guadalajara), de la que descendió Pedro de Matallana, que vio reconocida su nobleza, en 1612, por la Real Chancillería de Valladolid; era descendiente de Francisco y Juan de Matallana, vecinos de Sacedón (Guadalajara), hidalgos en 1550 ante la misma Real Chancillería.
Otra casa hubo en la villa de Brihuega, y de ella fue Diego de Matallana, hijodalgo en el año 1565.
Los antes citados Juan y Francisco de Matallana vieron también reconocida su nobleza, en el año 1537, ante la Real Chancillería de Granada, igual que Fernando de Matallana, vecino de Bonilla (Cuenca), en 1507, y Fco. Y Bernardo de la Casa Matallana, vecinos de Sacedón (Guadalajara), en 1536.
Armas.- El “Repertorio de Blasones de la Comunidad Hispánica” recoge para Matallana, en primer lugar: En campo de plata, un árbol, de sinople, y detrás del tronco, de la mitad del escudo hacia abajo, dos fajas de gules.
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