Antiguo apellido de origen patronímico, poco frecuente y repartido por España, si bien se registra sobre todo en Asturias, Pontevedra, Barcelona, Madrid, Zaragoza y Valencia.
Procede del nombre de mujer Magdalena, muy frecuente en España en tiempos pasados, que fue convertido por algunas familias en apellido hereditario. Magdalena fue nombre griego derivado del hebreo Migda-El, compuesto por el sustantivo –torre-, y el elemento divino –El-, siendo su significado el de “torre de Dios”.
Hubo, por tanto, distintas casas solares de este apellido, no emparentadas entre sí, algunas de las cuales alcanzaron la nobleza. Así, ante la Real Chancillería de Valladolid probaron su hidalguía, entre otros portadores de este apellido: José Magdalena y Valcarce, vecino de La Coruña, en 1780; Gabriel López Magdalena, vecino de Santiago de Doncos (Lugo), en 1742, y Francisco García de la Magdalena, vecino de Villafranca del Bierzo (León), en 1761.
Por otra parte, Santiago de la Magdalena y Fernández de Murias, nacido en Campos (Asturias), en 1845, se cruzó Caballero de la Militar Orden de Santiago, en 1882; era nieto de Carlos de la Magdalena y Zapico, nacido en San Andrés de Serrantes (Asturias), en 1777, Noble en Castropol (Asturias) en 1787, y bisnieto de José de la Magdalena y Fernández Cabal, noble en Castropol en 1773.
Armas.- El “Repertorio de Blasones de la Comunidad Hispánica”, tomo letras D-LL, página 936, recoge para Magdalena: En campo de gules, dos espadas, de oro, puestas en faja.
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