En Mallorca este apellido tuvo su casa solariega en Pollensa, cuya villa defendió valerosamente uno de este linaje en 1550, cuando los moros hicieron un desembarco en aquella isla. Juan Llobera, doctor en ambos Derechos, fue jurado de Palma de Mallorca por el estamento de ciudadanos en 1387, 1389 y 1399. Una línea procedente de Mallorca se estableció en Perpiñán y en algunos puntos de Cataluña. Pedro de L. y Funes tomó parte en las campañas por tierras de Valencia, rindiendo a Játiva y concediéndole el rey don Jaime I heredamiento, por haberse hallado en los dos sitios. Murió en este tiempo su primera esposa, dándole el mismo monarca en matrimonio a doña Juana López de Haro, hija de don Diego López de Haro, señor de Vizcaya. Juntamente con su suegro, tuvo mando en el ejército que recuperó a Baeza, por lo que añadió a su escudo una bordura de gules, con ocho aspas de oro. Gozó de la paz de sus últimos días en Játiva, donde murió. Otra casa muy antigua. En las Encartaciones de Vizcaya.
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