Apellido repartido por España, sobre todo, en la provincia de Barcelona.
El apellido procede del nombre de "santo Julianus", derivado a su vez del latín Iouillus: "consagrado a Júpiter".
En el siglo XIII fue la primera vez que se documenta este apellido en el recién conquistado reino de Valencia, con casas en Catí (1294), Alcoi (1296), Valencia (1306), etc.

Del latín: de cabello crespo
De la tercera edición de "Compilados por Jacobo Vartanián Ocanto y Elba Alarcón de Vartanián

Apellido relativamente frecuente y repartido por España, si bien se registra, sobre todo, en la provincia de Barcelona, siendo muy notable su presencia en Baleares, y algo menor en las provincias de Gerona, Valencia, Alicante, Castellón, Comunidad de Murcia y Comunidad de Madrid. Fueron los más antiguos Julià originarios de Catalunya, desde donde pasaron sus ramas a la conquista y repoblación de los reinos de Mallorca y Valencia, extendiéndose después por otras zonas de España.


Procede este apellido, según señala Moll en su obra "Els Llinatges Catalans", del nombre de santo Julianus, derivado a su vez del latín Iouilius: “consagrado a Júpiter”. Ya en el siglo XIII se documenta este apellido en el recién conquistado reino de Valencia, con casas en Catí (1294), Alcoi (1296), Valencia (1306), etc. En el año 1491 era Jurat en Cap de la ciudad de Valencia Bernat Julià, y en el año 1599 ocupó el mismo cargo Joan Baptista Julià. En Catalunya, Ponce Julià fue Ciudadano de Girona y Síndico de dicha ciudad, asistiendo por el Brazo Real a las Cortes del Principado del año 1493. En Mallorca, don Miguel Serra y Brondo Dameto y Julià fue Capitán de Fragata, nacido en Palma de Mallorca en 1724, quien se cruzó Caballero de Calatrava en 1777.


Armas.- Unos Juliá trajeron: En campo de azur, un creciente de plata; en punta ondas de plata y azur, y sobre ellas tres veneras de oro.

Origen: Mallorquín.Descripción del Escudo de Armas: En campo de azur una faja de oro sumada de un león saliendo de un cañaveral y en el cantón diestro del jefe una estrella de oro.

Nombre dado en las primeras culturas portuguesas a las mujeres que se caracterizaban por la belleza exorbitante comparada a los dioses.