Este apellido es muy extendido en la penísula con numerosas casas solariegas. Por referencias de historiadores de la época, podríamos afirmar, pero no asegurar, que este escudo u otro muy similar a él, apareció inicialmente desde el siglo XI al XIV, particularmente en las tropas que entraron en Constantinopla y conservaron el trono del Imperio de Bizancio a Constantino XII Dragases y defendieron la ciudad hasta el desgraciado día del 29 de Mayo de 1.453, fecha en que asaltó Mohamed II la capital de Oriente. Las referencias de esta familia parecen precisarse con más frecuencia desde el siglo XV al XIX en especial los hechos de la lucha contra la dinastía Napoleónica y la reconstrucción de su país en el siglo XIX. Todo ello parece coincidir con la memoria familiar de algunos de los miembros de la rama de la familia Francos. Son sus armas: En plata, a la diestra, cuatro veros de azur, prolongados hasta el jefe, y a la siniestra una cruz de gules. El estudio del escudo heráldico familiar nos "habla" de quienes formaron el origen de la familia F., pues esa era su función, la de manifestar a los demás sus elementos diferenciales, pues la inclusión del elemento cruz es la primera figura utilizada en heráldica y su significado es la relación de sus miembros con la fé y la expansión del cristianismo. Los esmaltes del arma de los F. pregonan los siguientes valores: la Plata corresponde al símbolo de la Luna, pureza, sinceridad, templanza, clemencia y amabilidad son las características espirituales de la familia, a las que hay que añadir otras como el afán de victoria y éxito y la elocuencia.
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