El origen de este ilustre apellido, por referencias de historiadores de la época, podríamos afirmar, pero no asegurar, que este escudo u otro muy similar a él, apareció inicialmente desde el siglo XI al XIV, particularmente en la conquista de Lérida y Fraga (1.149) y Tortosa (1.151 aprox.) acompañando las tropas de los nobles que formaban el ejército de Ramón Berenguer IV y que obtuvieron los mismos privilegios de los Cruzados según la bula de Eugenio III. Las referencias de esta familia parecen precisarse con más frecuencia desde el siglo XV al XIX en especial los hechos de túnez, acompañando las tropas de asalto en la conquista del 7 de Octubre de 1.573. Todo ello parece coincidir con la memoria familiar de algunos de los miembros de la rama de la familia Fitor. Son sus armas: En plata, dos monteros, de sable, puestos en palo. El estudio del escudo heráldico familiar nos "habla" de quienes formaron el origen de la familia F., pues esa era su función, la de manifestar a los demás sus elementos diferenciales, pues la inclusión del elemento monte señala el origen topográfico de la familia, generalmente indica el origen de la propiedad. Los esmaltes del arma de los F. pregonan los siguientes valores: la Plata corresponde al símbolo de la Luna, pureza, sinceridad, templanza, clemencia y amabilidad son las características espirituales de la familia, a las que hay que añadir otras como el afán de victoria y éxito y la elocuencia.
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