Este apellido es muy extendido en la penísula con numerosas casas solariegas. Por referencias de historiadores de la época, podríamos afirmar, pero no asegurar, que este escudo u otro muy similar a él, apareció inicialmente desde el siglo XI al XIV, particularmente en la repoblación de Tarragona realizada por Ramón Berenguer III y culminada por San Olegario y el caballero normando Robert Bordet a principios del siglo XII.
Las referencias de esta familia parecen precisarse con más frecuencia desde el siglo XV al XIX en especial los hechos de Barcelona y Berga, del 11 y 12 de Septiembre de 1.714 en los que finalizaba trágicamente la guerra dinástica entre los Austria y los Borbones. Todo ello parece coincidir con la memoria familiar de algunos de los miembros de la rama de la familia Fallado.
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