Antiguo apellido, de origen geográfico incierto, que, escrito como Haedo, Ahedo, Aedo y Edo, encontramos repartido por España, si bien la forma Edo, cuyo estudio nos ocupa, es recurrente en Castellón, Valencia, Barcelona, Zaragoza y Teruel, con algunas líneas en Navarra, País Vasco y Andalucía. Algunos tratadistas señalan que este apellido tuvo su origen en el caballero García de Aedo, uno de los esforzados guerreros que se agruparon en torno a Don Pelayo en los comienzos de la Reconquista. Otros dicen que su origen estuvo en Heduo, Duque de Cantabria, que fundo casa solar en el Valle de Carranza, desde donde se extendió el apellido por España. En Aragón, según los datos del censo de hogares del año 1497, había casas de Hedo en Hinojosa de Jarque, Alcalá de la Selva (Albarracín), Mora de Rubielos, Teruel e Ibdes (Calatayud), desde donde pasaron algunas ramas al Reino de Valencia. También hubo antiguas casas de Edo (o Eduo) en Francia, con casas en Cotes d´Armor (Bretagne), documentas, al menos desde 1664, y en Belleville (Rhône Alpes), documentadas, al menos, desde 1692. En la diócesis de Granada fue bautizada, en 1711, Josefa Edo, que casó con Francisco Mata, en 1730. En Olague (Navarra) fue bautizada, l 7 de octubre de 1860, Jacinta Edo, hija de Nicolás Edo y de Vicenta Arza, etc. En el Archivo General Militar de Segovia se guardan, entre otros, los expedientes de: Joaquín Edo y Catalán, Infantería, 1864, y Juan Antonio Edo Jarque, Infantería, 1834, Noble.
Armas.- En oro, una montaña de sinople.
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