Antiguo apellido de origen toponímico, que hallamos escrito, indistintamente, como Nava, “la Nava” y de la Nava”, siendo ésta última la forma más antigua de escritura. Procede de aquellos lugares llamados Nava/La Nava que existen en España, como Nava de Arévalo (Ávila), La Nava de Ricomalillo (Toledo), etc., cuyo nombre tomaron los progenitores de las familias así apellidadas, según fue costumbre en la Edad Media. El topónimo Nava procede de la voz castellana nava, “tierra sin árboles y llana, a veces pantanosa, situada generalmente entre montañas”. Hoy es apellido poco frecuente.
Como “de la Nava” son pocas las familias que encontramos, con asientos notables en Madrid y Salamanca, si bien se hayan muy repartidas por España. Muchos fueron los apellidados “de la Nava” que vieron reconocida su hidalguía por las Reales Chancillerías de Valladolid y de Granada. Así, en la primera de ellas lo fueron , entre otros: Juan de la Nava, vecino de Arévalo (Ávila), en 1532; Juan de la Nava, vecino de Portillo (Salamanca), en 1555, y Juan de la Nava Miranda, vecino de Barromán (Ávila), en 1569. Y ante la segunda, Fco. de la Nava, vecino de Carmona (Sevilla), en 1642; Fco. de Nava Sierra, vecino de Arjona (Jaén), y Alonso de Nava, vecino de Villanueva de Alcaraz (Albacete), en 1571.
Armas.- Unos Nava/de la Nava: Jaquelado de ocho piezas, de gules, y siete de veros, de azur y plata.
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