Antiguo apellido castellano, relativamente frecuente (es más frecuente como Calle) y repartido por España, procedente de la voz castellana calle, “vía entre edificios y solares de una población”, “camino de ganado”, “arrabal o barrio”.
Nació el apellido en referencia al lugar de residencia de determinados individuos, de forma que un “Pedro (de la) calle tal”, terminó siendo Pedro de la Calle, Pedro Lacalle o Pedro Calle. Hubo, por tanto, disitntas casas solares de este apellido, no emparentadas entre sí. Así, unos “de la Calle” tuvieron antigua casa solar en el Valle de Toranzo, del partido judicial de Potes (Cantabria), cuyas ramas se extendieron por esta provincia y por la de Burgos y La Rioja. Otras ramas pasaron a Extremadura, Murcia y Andalucía.
En la Real Chancillería de Valladolid hicieron información de hidalguía, en los años que se indica, los siguientes Calle, de Cantabria: Diego de la Calle Mier y Espina, vecino de Laredo y Ampuero, 1608; Juan de la Calle Liendo, vecino del Valle de Liendo, p. j. de Laredo, 1716, y Juan Bernardo de la Calle, vecino de Castro Urdiales, 1826. Por otra parte, ante la Real Chancillería de Granada probaron su hidalga condición Manuel Antonio de la Calle, vecino de Soto y de Castilleja de la Cuesta (Sevilla), en 1750, y Silvestre de la Calle, vecino de Zafra (Badajoz), en 1765.
Armas.- El “Repertorio de Blasones de la Comunidad Hispánica”, recoge, en primer lugar: Escudo cuartelado: 1º y 4º, de oro, con una cruz, de sable, floreteada, y 2º y 3º, de azur, con una torre, de oro, aclarada de azur.
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