Apellido que, escrito Arribas o “de Arribas”, es relativamente frecuente y se haya repartido por España, procedente del topónimo Arribas, nombre de dos poblaciones en la provincia de Lugo. En castellano antiguo existió la voz –arribas-, viva todavía hoy en la provincia de Salamanca, que designa las pendientes escarpadas a ambos lados de los ríos Duero y Águeda. Por otra parte, es evidente que, en otros casos, Arribas es la forma plural o familiar del apellido Arriba. Atienza, en su “Nobiliario Español”, dice que tuvieron los de este apellido casa solar infanzona en Galicia, desde donde se extendió por España. Ante la Real Chancillería de Valladolid probaron su nobleza: Hernán Pérez de Arribas, vecino de Cañizal (Zamora), en 1563; Antonio Orozco Arribas, vecino de Lerma (Burgos), en 1800, y Pedro Rodríguez de Arribas, vecino de Pombriego (León), en 1679.
Igual probanza hizo ante la Real Chancillería de Granada, en 1691, Gil de Arribas, vecino de Torre de Juan Abad (Ciudad Real). Pablo Antonio Arribas fue nombrado por Carlos IV, Procurador General de la Sala de los Alcaldes de Casa y Corte; en 1808 abrazó el partido del rey José Bonaparte y fue nombrado su Consejero de Estado y Ministro de la Policía General y de Justicia.
En Andalucía hubo casas en Córdoba, en las villas de Espiel y Fuenteovejuna, donde florecieron ya por los años de 1600 los de este apellido, algunos de los cuales ingresaron en el Santo Oficio de la Inquisición. Armas.- De azur, con un grifo, de oro, coronado del mismo metal.
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