Apellido catalán de origen toponímico, procedente, según señala don Francesc de Borja Moll en su obra “Els Llinatges Catalans”, del latín Cucuphate, nombre de un santo africano del siglo III, martirizado cerca de Barcelona. Varias poblaciones catalanas llevan su nombre, como Sant Cugat del Vallès y Sant Cugat Sesgarrigues. El nombre de dichas poblaciones fue tomado como sobrenombre o apodo (convirtiéndose después por el uso y la costumbre en apellido de familia) por individuos que eran naturales u originarios de alguna de ellas, según fue costumbre en la Edad Media para indicar el origen geográfico de las personas. Goza hoy este apellido de escasa difusión, con sus principales asientos en las provincias de Barcelona y Tarragona, siendo menor su presencia en las de Lleida, Girona, Castellón, Alicante, Zaragoza, Cádiz, Baleares, etc.
En Francia, en la región del Rosselló, también hubo antiguas familias Cugat, probablemente de origen catalán. Ya en el siglo XIV se documentan familias Cugat entre las que repoblaron el antiguo Reino de Valencia, ganado a los moros por Jaime I de Aragón. Así, en el censo de población del periodo 1300-1314 de la población de Oriola (Alicante) se cita a Jaume Cugat. En Catalunya, según consta en el “Fogatge” o censo de hogares del año 1553, existían casas de familias Cugat en las poblaciones de La Galera, Tortosa y Corbera, en la provincia de Tarragona. En Sant Feliu (Girona) fue bautizado, el 25 de noviembre de 1586, Pere Audalt Cugat, hijo de Uguet Cugat y de Agnes. Algo más tarde, de una rama radicada en Girona, descendió, hacia el año 1700, el escritor Onofre Cugat, autor del “Llibre de documents polítics i morals”. Otra casa hubo en Reus (Tarragona), donde floreció un impresor conocido como Cugat, quien en 1863 se estableció, asociado con su colega Francesc Sugrañes, en Tarragona.
Armas.- El “Repertorio de Blasones de la Comunidad Hispánica” recoge para Cugat: En campo de azur, un castillo, de cinco torres, de oro.
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