Apellido de origen toponímico, relativamente frecuente y repartido por España, procedente de lugares como Carrascosa (Cuenca); Carrascosa (Albacete), etc., cuyo nombre tomaron por apellido individuos originarios de alguno de dichos lugares, según fue costumbre en la Edad Media. Procede el topónimo Carrascosa del nombre del árbol llamado –carrasco-, “carrasca, encina”. Hubo antiguas y distintas casas de Carrascosa en ambas Castillas, La Mancha, antiguo Reino de Valencia y Andalucía, algunas de ellas de probada nobleza. Ante la Real Chancillería de Granada probaron su hidalguía: Alonso de Carrascosa, vecino de Villanueva de Alcardete (Toledo), en 1563; Antonio e hijo Joaquín Carrascosa, vecinos de Cabeza Mesada (Toledo), en 1710; Manuel de Carrascosa y Chaves, vecino de Cabeza Mesada (Toledo), en 1800; Francisco Carrascosa Ramírez, vecino de Osa de la Vega (Cuenca), en 1657, y Alonso y José Carrascosa vecinos de Utiel (Valencia), en 1532. De una casa que radicó en Manzanares (Soria), descendió en 1822 el prelado Pedro José Carrascosa; en 1868 fue consagrado obispo de Ávila, y más tarde fue elegido senador, distinguiéndose por su elocuencia. En la villa de Buñol (Valencia) floreció por los años de 1700 el sacerdote Joaquín Carrascosa, que fue canónigo prebendado de la metropolitana de Valencia y arcediano de la catedral de Orihuela.
Armas.- El “Repertorio de Blasones de la Comunidad Hispánica” recoge para Carrascosa: En gules, cinco leones rampantes, de oro, puestos en aspa.
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