Apellido castellano de origen toponímico, poco frecuente y disperso por España, con sus principales asientos en Madrid y en las provincias de Toledo, Granada y Barcelona, siendo menor su presencia en Sevilla, Cádiz, Almería, Alicante, Ciudad Real, Málaga, Valencia, Zaragoza, Sta. Cruz de Tenerife, Asturias, etc. Algunas ramas pasaron a México y Puerto Rico. Tuvo su origen en la villa de Braojos, situada al pie de Somosierra (Madrid), cuyo nombre, según señala Albaigés en su “Enciclopedia de los Topónimos Españoles”, es una transliteración de –abrojos-, planta abundante en el lugar. El nombre de dicho lugar fue adoptado como sobrenombre o apodo por individuos que eran originarios del mismo, según fue costumbre en la Edad Media, convirtiéndose después, por el uso y la costumbre, en apellido de familia. Una antigua y noble casa de este linaje hubo en Tordelaguna (Toledo) y Talamanca del Jarama (Madrid), cuyos miembros, en las personas de Antonio Bernardo (o Vernardo) de Braojos e hijos, vieron reconocida su hidalguía, en 1600, ante la Sala de los Hijosdalgo de la Real Chancillería de Valladolid. En Guadalajara casó, en 1487, Elvira Braojos, con Sancho González de la Plazuela. De Brihuega (Guadalajara) fue Pedro Braojos, que pasó que Órgiva (Granada), con Ana Vílchez, en 1673.
Armas.- El “Repertorio de Blasones de la Comunidad Hispánica”, tomo letras A-CH, recoge para Braojos: Partido. 1º, en oro, un águila, de sable, y 2º, en azur, una cruz floreteada, de sinople.
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