Apellido aragonés, con casas en el lugar de Esplús, del partido judicial de Fraga (Huesca); en otras provincias de Aragón, en Cataluña y en Tafalla (Navarra). Juan de B., vecino de Artieda, villa del partido judicial de Sos (Zaragoza), era hijodalgo en el maravedí de 1582. Delfín de B. asistió a las Cortes de 1423, también como hijodalgo. Muchos linajes de este apellido probaron su nobleza en las Órdenes de Santiago, Calatrava, Alcántara, Montesa, (corporaciones nacidas para luchar contra los moros, cooperando a la Reconquista, y asegurar el orden, protegiendo a los peregrinos y desvalidos), Carlos III y San Juan de Jerusalén (es una orden religiosa militar fundada en el siglo XI); numerosas veces en las Reales Chancillería de Valladolid y Granada, en la Real Compañía de Guardias Marinas y en la Real Audiencia de Oviedo. Los de Cataluña traen por armas: D'argent, un cèrvol passant al natural sobre un llac d'argent i d'atzur i entre flors i arbres de sinople; en el centre del cap una águila de sable. Otros traen: En oro un ciervo de gules uñado de plata con ocho escuditos con las armas de Aragón. Otros: De oro, con un ciervo de gules, uñado de plata. El estudio del escudo heráldico familiar nos "habla" de quienes formaron el origen de la familia B., pues esa era su función, la de manifestar a los demás sus elementos diferenciales, pues la inclusión del elemento águila , que es la más noble de las figuras utilizadas en heráldica, es el símbolo del rey del cielo, emperador de los pájaros, custodia del rayo y su significado es el de la fuerza y poder terrenal por la Gracia de Dios. Los esmaltes del arma de los B. pregonan los siguientes valores: el Sinople señala las características de la familia a las que fué concedido el escudo de armas que describimos y son tales como el vigor, el afán de victoria y el alto aprecio al honor y a la amistad, además otras características les enriquecieron como la alegría, esperanza, abundancia y caridad, tal es el significado de este esmalte que significa tierra.
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