Apellido riojano de origen toponímico, poco frecuente y registrado, sobre todo, en La Rioja, siendo notable su presencia en Navarra y en la provincia de Zaragoza, y menor en la Comunidad de Madrid, Vizcaya, Guipúzcoa, Córdoba, Barcelona, Las Palmas de Gran Canaria, Sevilla, Tarragona, etc. Pasó a México (Zacatecas, Oaxaca, Jalisco, Puebla, Guerrero, Hidalgo, etc.), Bolivia, Argentina, Chile, etc. Tuvo su origen en la villa de Bergasa (cuyo nombre tomó), sita en a La Rioja. El étimo del topónimo Bergasa es problemático. Así, según Grace de Jesús, está formado por la voz de origen germánico –ver-, “jabalí” y por la voz vasca -gazse-, “joven”, significando, por tanto, “jabalí joven”. Para otros tratadistas, sin embargo, Bergasa es nombre en el que se encuentra la raíz indoeuropea –berg-, “montaña”, “elevación”, y, para otros, Bergasa deriva de la voz vasca –bergasa-, “pastizal”, “aparejos para pescar”. Martín de Bergasa fue bautizado, en 1580, en Peralta (Navarra), y Pedro de Bergasa, bautizado en Peralta en 1615, casó, en 1639, con María Rodríguez. En Cascar (Navarra) fue bautizado, el 26 de septiembre de 1699, Francisco Bergasa Furió, hijo de Francisco y de Antonia. En el Archivo General Militar de Segovia se conserva el expediente del oficial Ricardo Bergasa Cámara, Infantería, año 1879.
Armas.- El “Repertorio de Blasones de la Comunidad Hispánica”, tomo letras A-CH, página 314, recoge para Bergasa: En campo de oro, tres cuadros, de gules, cargado cada uno de ellos de una pera, de plata.
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