Apellido castellano de origen toponímico, poco frecuente y repartido por España, si bien se registra sobre todo en Madrid. Procede de aquellos lugares llamados Barajas existentes en Castilla, como Barajas de Melo (Cuenca), Barajas de Yuso (Cuenca), Barajas (Madrid, Ávila, Ciudad Real), etc. El topónimo Barajas, según el filólogo Emilio Nieto, tiene su origen en el latín –varalia-, “seto de travesaños”. Para el también filólogo Gutierre Tibón, sin embargo, tiene su origen en el latín –uaralia-, “riña”, “contienda”, “litigio”. Hubo, por tanto, distintas casas solares del apellido Barajas, no emparentadas entre sí, algunas de las cuales alcanzaron la nobleza. Así, ante la Real Chancillería de Valladolid probó su nobleza, en 1519, Pedro de Barajas, vecino de Cancelada. Igual probanza de nobleza hicieron ante la Real Chancillería de Granada: Cristóbal de Barajas, vecino de Alcázar del Rey (Cuenca), en 1694; Diego de Barajas, vecino de Enguidanos (Cuenca), en 1610 y Juan Francisco Barajas, vecino de Alcázar del Rey, en 1796. Por otra parte, en el “Archivo General Militar de Segovia” se guardan, entre otros, los expedientes de los oficiales: Ramón Barajas, Infantería, 1810, Noble; Antonio Barajas y Martín, Infantería, 1834, y Luis Barajas e Ibañez, Infantería, 1872.
Armas.- El “Repertorio de Blasones de la Comunidad Hispánica”, tomo letras A-CH, página 254, recoge para Barajas las siguientes armas: Bandado de ocho piezas, cuatro de gules y cuatro de plata. Bordura de plata, con ocho rosas de gules.
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