Apellido, relativamente frecuente y repartido por España e Hispanoamérica, procedente de apodos relacionados con el sustantivo castellano –bachiller-, que antiguamente era el título otorgado a la persona que había obtenido el primer grado de los que se daban en las Universidades. Hubo, por tanto, distintas casas solares de familias apellidadas Bachiller, no emparentadas entre sí, siendo muy antiguas las castellanas, extremeñas y aragonesas. Hoy el apellido se registra, sobre todo, en la Comunidad de Madrid, siendo notable su presencia en las provincias de Barcelona, Guadalajara, Cáceres, Valladolid, Jaén, Cuenca, Valencia y Guipúzcoa. En Aragón, según consta en el censo de hogares del año 1495, había casas de Bachiller en Langa del Castillo (Daroca), Calmarza, Campillo de Aragón y Pozuel de Ariza (Calatayud), algunas de cuyas ramas pasaron al antiguo Reino de Valencia, Catalunya y ambas Castillas. En la actual provincia de Valladolid hubo antiguas casas en Nava del Rey, Simancas, Montemayor de Pililla, Gallegos de Hornijos, etc., algunas desde el siglo XVI. Francisco Bachiller, vecino de Montemayor (jurisdicción de Cuéllar) probó su hidalguía, en 1817, ante la Real Chancillería de Valladolid. Vicente Bachiller Rodríguez, vecino de Arroyo (Cáceres), recibió de su padre, Eugenio Bachiller, el cargo de Escribano, en 1816.
Armas.- El “Repertorio de Blasones de la Comunidad Hispánica” recoge para Bachiller: En sinople, dos lanzas, de oro, encabadas de sable, puestas en aspa.
|