Apellido de origen vasco, variante de Arancibia. Más frecuente como Arencibia, tiene su principal asiento en Canarias, principalmente en Las Palmas de G. C., siendo notable su presencia en Sta. Cruz de Tenerife, y menor en Madrid, Barcelona, Cádiz, Zaragoza, Valencia, Tarragona, Murcia, etc.
Confirma don Lino Chaparro, en su obra “Heráldica de los Apellidos Canarios”, que los Arencibia canarios son una rama de los Arancibia vascos de la casa de Ondárroa, añadiendo que se tiene por primero de este apellido en Canarias y fundador del linaje en las islas al capitán Miguel de Arencibia, que se estableció en Teror a mediados del siglo XVI, donde contrajo matrimonio, siendo progenitor del también capitán Baltasar Arencibia. En el Archivo General Militar de Segovia se guardan los expedientes de los oficiales: Antonio Arencibia, Infantería, 1878; Pedro José Arencibia, Infantería, 1829. Noble; Francisco Arencibia, Regulares, 1843; Miguel Arencibia, Infantería, 1798; Francisco Arencibia Mora, Juez de 1ª, 1897, etc. El original Arancibia es un compuesto de las voces ar(h)antze, “espino, arbusto espinoso”, e (h)ibi-a, “el vado”, es decir: “el vado del espino”. Lope García de Salazar señala que el linaje Arancibia fue fundado por Pedro Ortiz de Arancibia, hijo bastardo de Fortún García de Arteaga, el Viejo, que edificó el solar y la torre de Arancibia en la anteiglesia de Berriatúa, a ocho leguas de Bilbao. Armas.- En oro, una encina arrancada, de sinople, y atravesado a su tronco un lobo de sable.
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