Apellido muy poco frecuente y registrado sobre todo en la Comunidad de Murcia, siendo notable su presencia en la provincia de Barcelona, y menor en la Comunidad de Madrid y en las provincias de Huesca, Valencia, Tarragona, Alicante, Albacete, Cádiz y Las Palmas, entre otras. En Francia, Inglaterra e Hispanoamérica también existen familias Ardil. No hay que descartar, por tanto, que los Ardil españoles puedan descender, al menos en parte, de familias Aldil originarias de Francia o Inglaterra.
No obstante, en general se acepta que Ardil es una variante de escritura del antiguo apellido de origen aragonés Ardit o Ardid. Procede de apodos nacidos a partir del adjetivo ardid, “persona mañosa, “astuta”, “sagaz”, del bajo latín arditus. Las más antiguas familias Ardid tuvieron su origen en Aragón, con casa solar en la población Alcañiz (Teruel), documentada ya en el censo aragonés de 1495, desde donde pasaron sus ramas a Aliaga (Teruel), así como a la repoblación de los antiguos reino de Valencia y de Murcia. En Murcia hubo una antigua casa de Ardil en la villa de La Nora, en cuya iglesia parroquial fue bautizada, en 1691, Antonia Ardil García, que casó, en La Nora, el 16 de febrero de 1722, con Pedro Cermeño García.
Armas.- El “Repertorio de Blasones de la Comunidad Hispánica” recoge para Ardid, que hacemos extensivas a Ardil: En azur, dos leones de oro, rampantes y afrontados, sosteniendo en sus manos una A formada con monedas ardientes de oro; en los cuatro cantones, una flor de lis, también de oro.
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