Este poco frecuente apellido vasco tiene su principal asiento en Guipúzcoa, siendo notable su presencia en Vizcaya, y menor en Cantabria, Barcelona, Madrid, Zaragoza, Las Palmas, Badajoz, Navarra, etc. Deriva de la voz vasca –ansola-, “pastizal”, “ferrería de Anso”, “cabaña de Santxo”, según señala Endika de Mogrobejo, quien añade que procede de Guipúzcoa, con casa solar en la villa de Elgoibar, desde donde pasaron a Vizcaya y a Santoña (Cantabria).
José Ansola probó su hidalguía ante la Justicia Ordinaria de Deba (Guipúzcoa), en 1649; Martín Ansola lo hizo ante la de Placencia de las Armas-Soraluze (Guipúzcoa), en 1671; Bartolomé y José Ansola probaron también su nobleza en Elgoibar, en 1686; Juan de Ansola Ibarguren, lo hizo en Eibar (Guipúzcoa), en 1654, y Francisco de Ansola en Elgoibar, en 1805. Pedro José de Badiola y Ansola probó su hidalguía en Bilbao, en 1806, siendo originario de Elgoibar, y residente en Marquina (Vizcaya). Ignacio de Ansola e Ibarguen fue un destacado arquitecto de su tiempo, presentando, en 1646, la nueva traza para la capilla y torre de la iglesia de San Andrés, de Eibar.
Ante la Real Chancillería de Valladolid probaron su hidalguía, en 1806, Francisco de Ansola y Mugerza, nacido en Algoibar en 1771, vecino de Torija (Guadalajara), descendiente de la casa de solar de Ansola en Elgoibar, hijo de Juan Agustín de Ansola y de de Ana María de Mugerza y Mugerza. Armas.- Fueron las primitivas: En gules, un loba, de oro, echada y amamantando a tres lobeznos.
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