Es el de Amiel, Amiell, Amell o Amel un muy antiguo y poco frecuente apellido catalán, documentado ya en el siglo XII, algunas de cuyas ramas alcanzaron la Nobleza. De las formas señaladas, la más extendida es la de Amell radicada, sobre todo, en la provincia de Barcelona; le sigue la forma Amiel, radicada, sobre todo, en la provincia de Girona; las formas Amiell y Amel son muy minoritarias, con ramas en las cuatro provincias catalanas.
Moll, en su obra “Els Llinatges Catalans”, señala que este apellido procede “probablement del nom llatí Amelius”. Bernat Amell, que vivió a caballo entre los siglos XII y XIII, gozó de una gran influencia en la Corte del Rey Alfonso I “el Casto”, y aún más en la de su sucesor, el Rey Pedro I el Católico, del que fue amigo íntimo y fiel consejero. Joan Amell, natural de Lleida, fue Consejero Real y médico de los Reyes Jaume II y de Alfonso IV. Matías Amell, Canónigo y Vicario General del Obispado de Barcelona en 1609, Doctor en Derecho, asistió a las Cortes catalanas de 1626. Francesc de Amell, natural de Vilallonga de Salanca, Caballero del Principado de Catalunya, dignidad a la que fue elevado el 14 de febrero de 1634, asistió como Diputado Militar a las Cortes catalanas de 1662.
En el Archivo General Militar de Segovia se guardan los expedientes de los oficiales: Antoni Amiel España, Infantería, 1824, y Ignacio Amiel Miñot, Infantería, 1882. Armas.- El “Repertorio de Blasones de la Comunidad Hispánica” recoge para Amiel: En plata, dos pájaros, de sable, en palo.
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