Apellido de origen toponímico, muy poco frecuente y registrado, sobre todo, en la provincia de Barcelona, con escasa presencia en Girona, Valencia, Melilla, etc. Tuvo su origen en la localidad de Altafulla (Tarragona), cuyo nombre tomaron los progenitores de las familias hoy así apellidadas, según fue costumbre en la Edad Media para indicar el lugar de procedencia del individuo.
El topónimo Altafulla, según señala Albaigés, deriva del árabe al-Tahwuila, “el campo cultivado”. Entre los primeros repobladores del antiguo Reino de Valencia, una vez ganado a los moros por Jaime I de Aragón, se hallaron Antoni Altafulla; Jaume Altafulla; Pere Altafulla, notari, y Pere Altafulla, fill d´en Pere, todos ellos avecindados en la localidad de Mata de Morella (Els Ports), según consta en el Morabatí de dicha villa efectuado en el año 1396. En Catalunya, según consta en el “fogatge” del año 1553, un tal “en Altafulla” vivía en Argentona (Barcelona); Pere Altafulla vivía en Manlleu (colecta de Vic), y Miquel Altafulla vivía en Santpedor (colecta de Manresa). Con anterioridad, en los “fogatges” de los años 1497 y 1515, ya se cita la casa de los Altafulla en Argentona, y otra, en 1553, en Arenys de Mar, según señala don Adrià Canal i Moré en su obra “Els Cognoms del Maresme”.
Armas.- Don Francesc de Alós de Fontcuberta recoge para Altafulla, en su obra “Armería Catalana”, página 341, el siguiente escudo de armas: En campo de oro, un grifo de gules, linguado y armado de lo mismo.
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