Muy antiguo apellido aragonés de origen toponímico, poco frecuente y registrado sobre todo en la provincia de Zaragoza, siendo notable su presencia en las de Teruel y Barcelona, y menor en Huesca, Tarragona, Madrid, Valencia, Gerona, Guipúzcoa, Castellón y Alicante, entre otras. Procede del topónimo Alquézar, nombre de una población en la provincia de Huesca, cuyo origen está en una fortaleza árabe que fue considerada como inexpugnable; el nombre deriva del árabe al qassar, “alcázar”, “palacio”. Aparece este apellido ya entre los aragoneses que repoblaron el antiguo reino de Valencia, con casas en Sogorb (1258), Onteniente (1343), Valencia (1354), Castellón de la Plana (1398) y Penáguila (1421).
En Aragón, el caballero Juan de Alquézar asistió como hijodalgo a las Cortes aragonesas del año 1436. Según el censo aragonés del año 1495, tenían los Alquézar casas en Alacón, Gelsa, Zaragoza, Albalate del Arzobispo, Leciñena, Perdiguera, San Mateo (merindad de Zaragoza); Alcañiz, Andorra (merindad de Alcañiz); Camañas (merindad de Montalbán) y Pompién (merindad de Huesca). De una rama que radicó en Barbastro (Huesca), descendió José Alquézar, que probó su Infanzonía ante la Real Audiencia de Aragón, en 1767. Una rama pasó a Navarra.
Armas.- El "Repertorio de Blasones de la Comunidad Hispánica" recoge para Alquézar: En campo de plata, dos esfinges, de su color.
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