Apellido navarro de origen toponímico, poco frecuente, que se registra, sobre todo, en Navarra. Existen, por otra parte, familias Allo o Alló originarias de Galicia y no emparentadas con las navarras. En Navarra tuvo su origen en la villa de Allo, en la merindad de Estella, cuyo nombre deriva de la voz –allo-, “extensión, espacio”, “pastizal”, “vertiente”. Martín de Allo, vecino de Dicastillo, originario y descendiente del palacio de Allo, fue hijodalgo y escudero con armas y caballo.
Juan de Allo y Urra, vecino de Viana y su hermanos, vecinos de Dicastillo, dijeron eran originarios y descendientes por parte paterna del palacio de Allo, sito en dicho lugar y solar de mucha nobleza y que les correspondía gozar de la misma, lo que así se mandó, en Pamplona, en 1538. De Cascante (Navarra) fue Matías de Allo, que casó con María Ignacia de Forcada, natural de Zaragoza, en la que procreó a Lorenzo de Allo y Forcada, natural de Zaragoza, que pasó a La Habana (Cuba) y fue Conductor de Caudales Reales e Intendente de Hacienda. Rui Martínez de Allo fue Colector de la Merindad de Estella en el año 1365, y Juan Jiménez de Alló, vecino de Falces (Navarra), Hijodalgo, obtuvo reconocimiento de su nobleza por los Reales tribunales de Navarra en 1589. Ante la Real Chancillería de Valladolid probaron su hidalguía Diego y Martín de Allo, vecinos de Alfaro (La Rioja), en 1577, y Juan Allo, vecino de Oyón (Álava), en 1575. Armas.- Las primitivas fueron: En campo de gules, cinco castillos de oro, en sotuer.
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