Antiguo apellido castellano de origen toponímico y escasa difusión, procedente del topónimo Alarcos, nombre de una población perteneciente al p. j. y municipio de Ciudad Real, lugar donde estuvo la antigua Laccuris, nombre que los árabes convirtieron en Alarcos, del árabe al´harak, tal vez en alusión a la presencia de alguna construcción antigua. Hoy tiene sus principales asientos en Madrid, Murcia y Barcelona, siendo notable su presencia en Valencia y Alicante, y menor en Zaragoza, Valladolid, Toledo, Granada, Asturias, etc.
Hubo antiguas casas del apellido en Murcia y Andalucía, adonde pasaron los de este apellido en tiempos de la Reconquista. En el siglo XVII floreció Alfonso de Alarcos, religioso jesuita muerto en Roma en 1679; fue autor de la obra titulada “Raggnaglio della vita di San Francisco de Borgia”. En la obra “Blanca de la Carne en Sevilla” se cita al noble don Juan Manuel de Vargas y Alarcos, inscrito en el año 1777, hijo de Pedro Esteban de Vargas Aguilar, nacido en Sevilla, y de María Josefa de Alarcos (Dontello), nacida en Úbeda (Jaén). Según Endika de Mogrobejo, en la villa de Bilbao (Vizcaya) se documentó una familia Alarcos en el año 1450. En el Archivo General Militar de Segovia se guardan los expedientes de los oficiales llamados Dionisio Alarcos, Infantería, 1808, y Simón Alarcos, Infantería, 1810.
Armas.- El “Repertorio de Blasones de la Comunidad Hispánica” recoge para Alarcos: En campo de plata, un águila de azur, membrada de gules y coronada de oro.
|