Apellido navarro de origen toponímico (rara vez escrito Zalva), poco frecuente y registrado sobre todo en Navarra, siendo notable su presencia en Zaragoza, Madrid, Cádiz y Vizcaya, y menor en Sevilla, Sta.
Cruz de Tenerife, Huesca, Guipúzcoa, Barcelona, Girona, etc. Tuvo su origen en el lugar de Zalba, perteneciente al municipio de Lizoáin (Navarra), sito en el valle de Arriasgoiti y merindad de Sangüesa.
El nombre de Zalba deriva de la voz –zalba-, “henar; anchura extensa”, según Endika de Mogrobejo. Ramas de este linaje pasaron a Aragón, Antequera (Málaga), Catalunya y Cuba.
Tuvieron los Zalba casa palacio de “cabo de armería” en el citado lugar de Zalba, en el que se pueden aún día ver sus armas primitivas. Martín de Zalba, nacido en Pamplona en 1337, fue Canciller de Navarra, Obispo de Pamplona y Cardenal, así como una personalidad decisiva en el llamado Cisma de Occidente; fue, además, párroco de San Martín de Unx, Doctor en Ambos Derechos, Prepósito de la catedral de Elna, Abad de Jérez (Cádiz), Deán de Tudela y uno de los personajes políticos más influyentes de su época. Martín de Zalba y Zazpa fue reconocido en su nobleza por los Tribunales de Navarra, en 1661.
Juan de Zalba, natural de Pamplona, hizo expediente de limpieza de sangre para ingresar en los Colegios Imperiales y Mayor de Santiago de la Universidad de Huesca, en 1593.
Armas.- Las que pueden verse en el Palacio de Zalba, en Zalba, son: En campo de plata, dos lobos de sable. Bordura de gules, angrelada.
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