Apellido andaluz de origen toponímico, muy poco frecuente y registrado sobre todo en la provincia de Sevilla, de la que es originario, con casas en la capital de la misma y en las poblaciones de Écija, Camas, Guillena, Mairena del Alcor y Mairena del Aljarafe, entre otras.
Otros asientos notables de familias Villaécija se encuentran en la provincia de Barcelona y en la Comunidad de Madrid, siendo menor su presencia en las de Córdoba, Cádiz, Alicante, Tarragona, etc.
Según los datos el padrón a enero del 2009 llevaban en España este apellido (como primer apellido) un total de doscientas ochenta personas. Procede de la aglutinación de villa Écija, siendo Écija el nombre de una antigua e histórica población de la provincia de Sevilla.
Así pues, los primitivos Villaécija adoptaron por apellido el nombre de la población de la que eran originarios, con la intención de indicar su origen geográfico, según fue costumbre muy extendida en la Edad Media. No obstante, en su mayor parte, dichas familias simplificaron la forma de escritura del apellido, quedando éste como Écija, que es hoy día la forma más difundida.
El topónimo Écija es una evolución a través del árabe del antiguo nombre Astigi, de indudable aspecto vasco-ibérico, que se puede relacionar con el euskera aitz, “peña”, y -tegi, sufijo que equivale a casa. Los Écija probaron su hidalguía ante las Reales Chancillerías de Valladolid y de Granada.
Armas.- Las mismas que ostenta Écija: En sinople, un castillo, de oro, aclarado de gules, sobre aguas de azur y plata. Bordura de gules, con ocho aspas de oro.
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