Apellido castellano de origen toponímico, muy poco frecuente y registrado sobre todo en las provincias de Barcelona y Almería; asientos menores se registran en Jaén, Baleares, Alicante, Valencia, Madrid, Granada, Málaga, Ciudad Real, Sevilla y Murcia, entre otras, entre otras Comunidades y provincias.
Procede del topónimo Villacreces, nombre de una población en la provincia de Valladolid, aunque otros autores lo hacen originario de las cercanías de Laredo (Cantabria). Pasaron los de este apellido a otros lugares de Castilla, así como a Andalucía y a la América española.
En la población de Jerez de la Frontera (Cádiz) hubo una antigua y noble casa de este apellido, de la que descendió Juan Villacreces, quien fue reconocido como Hijodalgo, en 1534, por la Real Chancillería de Granada.
Por otra parte, Francisco Antonio de Villacreces de la Cueva y de Monsalbe, natural de Guatemala, probó su nobleza para ingresar en la Orden de Santiago, en 1622; era hijo de Pedro de Villacreces, que casó con Mayor de Córdoba, natural de Écija (Sevilla), y nieto de Francisco de la Cueva y Villacreces, Gobernador y Capitán General de Guatemala, descendiente de la casa de Jerez de la Frontera. Hernando Villacreces, ingresó en la Orden de San Juan de Jerusalén, en 1529.
Armas.- El “Repertorio de Blasones de la Comunidad Hispánica”, obra del Cronista Rey de Armas don Vicente de Cadenas y Vicent, recoge para Villacreces: En campo de gules, un árbol al natural, acostado de dos hoces de plata, con los mangos de oro, una a cada lado. Bordura de gules.
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